martes, 30 de septiembre de 2008

Ángel de Iturbide (1816-1872)

Pretendiente al trono mexicano como descendiente de Agustín de Iturbide, su padre, quien al autonominarse como emperador bajo el nombre de Agustín I en (1822), recibió de este los títulos de Príncipe Mexicano y Caballero de la Orden de Guadalupe. Pero al terminar los diez meses de reinado de Agustín I, Ángel se trasladó con su familia a Europa y posteriormente radicó en los Estados Unidos, donde, en contra de la voluntad de su madre, contrajo matrimonio con la americana Alicia Green, hija de John Green y Nancy Forrest Green. El 13 de septiembre de 1865, cuando vivía aún su hermano mayor y Vicepresidente de la Orden de Guadalupe, Agustín Jerónimo, renunció a sus pretensiones al trono a favor de su hijo único Agustín de Iturbide y Green, quien había sido adoptado por el emperador impuesto a México por los invasores franceses, Maximiliano. Murió en la ciudad de México el 21 de julio de 1872.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Movimiento mod



El término mod proviene del inglés (modernism-modernismo), fue un movimiento basado en la música y en la moda que se desarrolló en Londres, Reino Unido a finales de la década de 1950 y que alcanzó su punto máximo durante la primera mitad de la década de 1960.

Los seguidores de esta corriente fueron conocidos como mods, y se localizaban sobre todo en el sur de Inglaterra, aunque también se llegó a conocer en ciertas ciudades del norte (como Manchester, o incluso Liverpool). Sus elementos más significativos son la música, la moda y las scooters.

Orígenes

El movimiento mod surgió en el Reino Unido en 1958 gracias a jóvenes relacionados con familias que se encontraban dentro del negocio de la sastrería. Estos mods eran de clase media y mostraban interés por las nuevas modas que llegaban del contienente, tales como los trajes entallados italianos, y estilos musicales negros estadounidenses, como el modern jazz y el rhythm and blues. También estaban interesados por el pop art, el cine de la nouvelle vague francesa y la filosofía existencialista.

Los mods frecuentaban clubes donde podían escuchar música, lucir su indumentaria y mostrar nuevos pasos de baile ante otros mods. Al despertar, trabajaban como cualquier otro empleado de oficina o dependientes. Para poder mantener ese ritmo de vida
frenético, recurrían frecuentemente al consumo de anfetaminas.

Conforme fue desarrollándose este estilo de vida y fue extendiéndose a los adolescentes británicos de todos los estratos sociales, los mods expandieron sus gustos musicales más allá del jazz y el R&B, adoptando el Soul (Tamla Motown, Atlantic y Stax), ska jamaicano y Bluebeat. Además surgieron diversos estilos de Beat y R&B británicos como los Small Faces, The Who, The Animals, The Yardibirds, The Kinks y Spencer Davis Group.

Otras bandas menos conocidas asociadas con la escena mod fueron The Actino, Zoot Money, The Creation y John’s Children. Además de programas televisivos con actuaciones de los grupos de moda, como Ready Steady Go!, cuya presentadora, Cathy McGowan, llegó a ser conocida como la "Reina de los Mods" -sobrenombre otorgado en ocasiones a la cantante Dusty Springfield y a la modelo Twiggy -, siendo un hecho insólito para la época el que una presentadora de televisión tuviera acento obrero.


Cathy McGowan



El vehículo que utilizaban era la scooter, típicamente Lambretta o Vespa. Principalmente porque el transporte público dejaba de operar relativamente temprano y las scooters eran más baratas que los coches.

Después de que se creara una ley exigiendo, al menos, un espejo retrovisor en cada moto, los mods añadieron cantidades exageradas de ellos a sus vehículos, hubo casos de hasta 10 espejos. Todo ello, claro, como una forma de burla hacia la nueva ley. Estos adornos fueron típicos durante los años 1963 y 1964, aunque se retornó a una estética más sencilla y minimalista posteriormente.

Los Rockers, con tupés, chaquetas de cuero y potentes motocicletas Harley Davidson y Triumph, eran la antítesis de los Mods. Así pues, la fricción era constante entre las dos culturas, lo que contribuyeron a fomentar una imagen negativa del movimiento.

El logo de origen pop art del movimiento mod está basado en la escarapela de la Royal Air Force


En 1966 la escena comenzó a desintegrarse. Entre los motivos de esta decadencia encontramos el simple hecho de que los Mods iban creciendo, y ya no estaban para líos de pandillas y demás. La presión de una opinión pública desfavorable también contribuyó en gran medida a este declive de la escena, así como el impacto de la psicodelia, que hizo que muchos abrazaran la moda del Flower Power. Entre las nuevas corrientes surgidas de la desintegración del movimiento Mod destacarían los Hard Mods, jóvenes de los barrios obreros más duros, que con el tiempo pasarían a ser conocidos como Skinheads.

El movimiento Skinhead, muy ligado al Mod (y que nada tenía que ver con los grupos neonazis), tendría su auge en 1969, pero en la primera mitad de los setenta iniciaría un proceso de decadencia del que se recuperaría en 1977, con la explosión del Oi! y la 2Tone.

Entonces, a finales de los setenta llegaría la segunda ola Mod. The Jam, liderados por Paul Weller, iniciarían un estilo (el Power Pop, mezcla del Punk y el pop de mediados de los sesenta) que crearía escuela. El estreno de la adaptación al cine de "Quadrophenia" contribuiría también en esta vuelta a los sesenta. Así, surgirían incontables bandas Mods como los Chords, Secret Affair, los Circles o los Lambrettas, por nombrar a unos cuantos. Sin embargo, ya entrados en los ochenta, este auge fue decayendo, y las bandas se irían desintegrando.

Orden de las Artes y las Letras

(«Ordre des Arts et des Lettres»)




Es una condecoración honorífica francesa instituida el 2 de mayo de 1957 y otorgada por el Ministerio de Cultura de Francia. La reorganización de las distinciones francesas hecha por el General de Gaulle en 1963 no afectó a la Orden.




El Consejo de la Orden comprende 12 miembros de derecho ("fundamentalmente los directores de la administración general del ministerio de cultura, de los archivos nacionales, de la lectura y de los museos de Francia") y 13 miembros nombrados por el ministro. La orden recompensa a "las personas que se han distinguido por sus creaciones en el dominio artístico o literario o por la contribución que han aportado au rayonnement de las artes y las letras en Francia y en mundo" («les personnes qui se sont distinguées par leur créations dans le domaine artistique ou littéraire ou par la contribution qu'elles ont apportée au rayonnement des arts et des lettres en France et dans le monde»).




La Orden de las Artes y las Letras tiene 3 Grados:





  • Chevalier des Arts et des Lettres (Caballero de las Artes y de las Letras)


  • Officier des Arts et des Lettres (Oficial de las Artes y de las Letras)


  • Commandeur des Arts et des Lettres (Comandante de las Artes y de las Letras)



El grado de caballero no puede concederse más que a artistas de 30 años o menos en posesión de sus derechos civiles. Los dos grades superiores son atribuidos a condición de justificar un mínimo de 5 años en el grado inferior. Los distinguidos no franceses pueden entrar en la orden sin restricción de edad. Desde el decreto de 5 de mayo 1997, el contingente anual se eleva a 450 caballeros, 140 oficiales y 50 comandantes. Todavía es una condecoración relativamente poco otorgada.



Condecoración de la Orden de las Artes y las Letras

La condecoración de la orden tiene un ancho de 37 mm, y está compuesta por 5 bandas verdes (de 5,5 mm), separadas por cuatro rayas verticales blancas (de 2,4 mm). Los oficiales tienen, además, una roseta, y los comandantes llevan una corbata en sautoir. La insignia es una cruz de doble cara con ocho puntas, émaillée de vert et sertie de un arabesco plateado o dorado para los oficiales y comandantes, teniendo éstos últimos una insignia más grande. Se distingue sobre el medallón central un monograma de las letras A y L.


Adolfo Castañón




El poeta, ensayista, editor y crítico literario mexicano fue completamente autodidacta, por lo que estudió por su parte letras y gastronomía. Ha sido miembro del consejo de redacción de varias revistas en Latinoamérica, entre las que se encuentran La Cultura en México, Suplemento de Siempre, Vuelta, Letras Libres y Gradivia. Laboró durante más de 30 años en el Fondo de Cultura Económica donde desempeñó distintos cargos del oficio editorial. El admirador de las obras de Alfonso Reyes Ochoa, fue condecorado el 30 de septiembre de 2004 con la Orden de las Artes y las Letras en grado oficial que otorga el gobierno de Francia. Luego en marzo del 2005 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua, ocupando la silla número dos de la institución, que antes pertenecía a Francisco Monterde y Héctor Azar. Por sus publicaciones ha recibido el Premio Diana Moreno Toscano (1976) y el Premio Nacional de Literatura Mazatlán (1995). Entre las obras que ha escrito, contamos con: Fuera del aire (1978), El reyezuelo (1978), Cheque y carnaval (1978), El pabellón de la límpida soledad (1991), Alfonso Reyes Ochoa, Caballero de la voz errante (1991), El mito del editor y otros ensayos (1993), Sombra pido a una fuente (1994), Arbitrario de literatura mexicana (Paseos I) (1993), Macrocefalia , en colaboración con Jaime Moreno Villareal y Fabio Morábito (1994), La gruta tiene dos entradas (Paseos II) (1995), El jardín de los eunucos (Paseos II) (1995), Lugares que pasan (IV) (1998), Tránsito de Octavio Paz (1914-1998) (1999), Grano de sal (2000) y La campana y el tiempo (Poemas 1973-2003) (2004)

Aires de cocina

Unas gotas de agua

un grano de arroz
un ascua de su tamaño
un grano de sal
un brote de soya en germen
una flor de cinco pétalos
una gota de lechey un rayo de sol

Se muelen los granos
se juntan las gotas
se hace una pasta
y con ella diez rollos
que se envuelven en los pétalosy se amarran con el sol

La campana y el tiempo (Poemas 1973-2003)

viernes, 26 de septiembre de 2008

Alberto Gironella (1929-1999)




    Fue un pintor mexicano, de padre catalán y madre originaria de Mérida, Yucatán. En su juventud comenzó a escribir poesía, pero después abandonó sus estudios de letras hispánicas y se dedicó de lleno a la pintura. Su primera exposición la realizó en 1952, y a lo largo de su vida su obra se exhibió en museos y galerías de Alemania, Argentina, Brasil, Estados Unidos, España, Francia, Japón, Suecia y Suiza. En México fueron recinto de sus obras el Palacio de Bellas Artes, y los museos de Arte Moderno, Nacional de Arte, Carrillo Gil y Rufino Tamayo. Se especializó sobre todo en el collage. Su sello particular fue el uso de latas vacías de ultramarinos españoles (sardinas, mejillones, etc.) en sus obras, y corcholatas de refrescos clavadas o pegadas alrededor del marco de sus pinturas. Para sus obras se inspiró en la Revolución Mexicana, Emiliano Zapata, la cantante Madonna, el cineasta Luis Buñuel y el filósofo Nietzsche. Residió en San Ángel en la Ciudad de México y en una casa en Valle de Bravo conocida después como la Casa de Gironella. A los pocos meses de su muerte, la actriz Ofelia Medina le ofreció un homenaje en el Festival de las Almas en Valle de Bravo, esparciendo parte de sus cenizas en el lago, en una ceremonia nocturna, apropiadamente como parte de las conmemoraciones del Día de Muertos, el 2 de noviembre de 1999.




  • Artes e Historia México













Fuente de escritores reunidos por Octavio Paz



El Hay Festival, nacido en la localidad galesa de Hay-on-Hay, quiso honrar a Paz en Segovia del 25 al 28 de septiembre con un programa
repleto de literatura y con la participación de grandes escritores de todas las latitudes del planeta.

El festival cuenta con autores que sobresalen como: Mario Vargas Llosa, Michael Ondaatje, Diane Pennac, Diane Wei, Peter Schneider, Jon Lee Anderson, Juan Goytisolo, Espido Freire, Juan Manuel de Prada, y muchos más. Inclusive se han consolidado en el cartel del Hay Festival algunas de las nuevas voces de la narrativa en español: Cristina Grande, Ricardo Menéndez o Javier Argüello. "La fuente de escritores no se acaba y quedan muchos por ir a Segovia para escuchar y leer", asegura la directora del Hay Festival.

Todos ellos participarán en los distintos encuentros preparados por los organizadores, que este año giran en torno a tres bloques temáticos. El primero se centra en el recuerdo de la figura de Octavio Paz, de cuya muerte se cumple este año su décimo aniversario. Y por último, la organización le ofreció un espacio al Café Gijón, templo literario en Madrid donde se viene oficiando el rito de la literatura desde hace décadas.

Para celebrar el décimo aniversario luctuoso de Octavio Paz, se creó una doble sesión organizada conjuntamente con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales de España y el Círculo de Lectores, la editorial de la obra completa del Nobel mexicano, que bajo el lema común de “Alguien me deletrea”, tomado de alguno de sus versos, “evocará la indeleble huella de su obra y su gravitación sobre el presente".
Para empezar la conmemoración, el escritor Juan Goytisolo, el poeta y ensayista Andrés Sánchez Robayna y el historiador y crítico literario Christopher Domínguez disertarán sobre la faceta ensayística del autor Octavio Paz.También se presentará en este mismo acto el volumen de carácter conmemorativo Alguien me deletrea. Un decenio sin Octavio Paz, publicado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores y que, coordinado por Aurelio Major, reúne el testimonio de decenas de escritores y poetas sobre el autor mexicano.
En la segunda sesión del homenaje, se presentará un debate a cuatro bandas entre el escritor Alberto Ruy Sánchez, el poeta y crítico literario Juan Antonio Masoliver, el catedrático Jasón Wilson y el poeta y ensayista Alfonso Alegre.
Por su parte, la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), que organiza la Universidad Veracruzana y cuya edición 2008 se realizó del 12 al 21 de septiembre en el Museo del Transporte y Exposiciones (Mutye), efectuó una serie de actividades para recordar la obra y la figura de Paz.

El programa general de la FILU incluyó las conversaciones “Recuerdo de Octavio Paz”, integradas por dos mesas redondas donde se evocó la poesía y el pensamiento del autor de obras como Luna silvestre (1933), Bajo tu clara sombra y otros poemas sobre España (1937), Entre la piedra y la flor (1941), Libertad bajo palabra (1949), Águila o sol (1951), Semillas para un himno (1954), La estación violenta (1958), Salamandra (1962), Ladera este (1969), Topoemas (1971), Renga (1972), Pasado en claro (1975), Vuelta (1976) y Árbol adentro (1987), así como una importante producción en prosa en la que figuran El laberinto de la soledad (1950), El arco y la lira (1959), Cuadrivio (1965), Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo (1967), Conjunciones y disyunciones (1969), El mono gramático (1974), Los hijos del limo (1974), El ogro filantrópico (1979), Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982), Tiempo nublado (1983) y Hombres en su siglo (1984). Su obra completa conoce dos ediciones, una realizada por Círculo de Lectores y otra por el Fondo de Cultura Económica.

No está de más recordar que Paz estudió en las facultades de Leyes y Filosofía y Letras de la UNAM. En 1936 se trasladó a España para combatir en el bando republicano en la guerra civil y participó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Al regresar a México fue uno de los fundadores de Taller (1938) y El Hijo Pródigo. Complementó sus estudios en Estados Unidos y concluida la Segunda Guerra Mundial recibió una beca de la fundación Guggenheim, posteriormente ingresó en el servicio exterior mexicano.
En 1955 fundó el grupo poético Poesía en Voz Alta, después inició una colaboración en la Revista Mexicana de Literatura y en El Corno Emplumado, defendiendo en las publicaciones de la época las posiciones experimentales del arte contemporáneo. Sus actividades diplomáticas las cerró en 1968, cuando renunció como protesta contra la política del gobierno mexicano ante el movimiento democrático estudiantil de ese año.

Durante su labor en el servicio diplomático residió en París, donde hizo amistad con André Breton, pero también viajó por diversos países europeos y asiáticos (en 1962 fue nombrado embajador de México en la India). En 1990 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura y recibió también el Premio Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes.

La labor poética de Octavio Paz podría resumirse en “experimentación e inconformismo”. Ninguna de las etiquetas adjudicadas por los críticos encaja con su poesía: poeta neomodernista en sus comienzos; más tarde, poeta existencial; y, en ocasiones, poeta con tintes de surrealismo.

Podría decirse que se trata de un poeta que no echó raíces en ningún movimiento porque siempre estuvo alerta ante los cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y siempre estuvo experimentando, de modo que su poesía acabó por convertirse en una manifestación muy personal y original.

"Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro", mencionó en alguna ocasión Paz.

Además, se trata de un poeta con una preocupación social presente en sus primeros libros, quien después pasó a tratar temas de raíz existencial, como la soledad y la incomunicación. Una de las obsesiones más frecuentes en sus poemas es el deseo de huir del tiempo, lo que lo llevó a la creación de una poesía espacial cuyos poemas fueron bautizados por el propio autor con el nombre de topoemas (de topos + poema).

Esto es lo que significa poesía espacial: poesía opuesta a la típica poesía temporal y discursiva. Se trata de una poesía intelectual y minoritaria, casi metafísica en la que además de signos lingüísticos se incluyen signos visuales. En los topoemas, se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las imágenes plásticas.
Otros expertos en la obra del Nobel mexicano destacan su postura en contra de cualquier tipo de autoritarismo, aunque Paz reconoció su origen de izquierda. Actualmente, las posiciones políticas de Paz aún generan polémicas y discrepancias, las cuales se manifestaron en el rechazo de los diputados para que su nombre fuera inscrito en el Muro de Honor del Palacio Legislativo.
No cabe duda de que en la última poesía de Octavio Paz hay bastante esoterismo, pero, al margen de ello, toda su poesía anterior destaca por su lirismo y por el sentido mágico que el autor da a las palabras.

Julio Castillo, "El Poeta del Teatro"

“Era un gran soñador y su imaginación e intuición era de una entrega total, tenía la magia de convertir lo ordinario en extraordinario, cosa que solamente él podía. A su lado pudo haber grandes directores como Margules o Gurrola, pero la gran diferencia eran las entrañas del teatro de Julio Castillo. Era un animal escénico como pocos, te conmovía como muy pocos directores, hacía un teatro muy latino, muy nuestro. Otros se quedaban en tecnicismos; muchos me matarán, pero así es.”.


Humberto Zurita


El director de la escena mexicana, Julio Castillo, celebró su 20 aniversario luctuoso el 19 de septiembre. Por ello la comunidad teatral se reunió la noche del lunes, 22 de septiembre, para realizar un homenaje póstumo en el recinto que lleva su nombre, ubicado en el Centro Cultural del Bosque.

Ahí se reunieron la periodista Esther Seligson, la actriz Angelina Peláez, el director teatral de la UNAM, Enrique Singer, el escritor Braulio Peralta, el director de la Compañía Nacional de Teatro, Luis de Tavira, y Sonia León, investigadora del CITRU (Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli), con el fin de realizar una mesa abierta al público, moderada por Saúk Meléndez, subcoordinador de teatro del INBA, en la que recordaron algunas anécdotas de Castillo e hicieron una breve reseña de su trayectoria.

Para Enrique Singer, recordar a Julio Castillo fue el motivo para preguntarse acerca del momento que vive el teatro actual y su importancia en un público joven.

“Recordamos a Julio de una manera sospechosa, no sólo con nostalgia, sino con dolor de algo que se fue y ya no está, como si se hubiera muerto también una manera de ver la vida y del quehacer teatral. Este homenaje habla más de un vacío, que de la alegría de un amigo que se fue hace 20 años. La pregunta es: ¿qué pasa en el teatro mexicano? No noto vasos comunicantes entre las generaciones de actores, sino desconfianza. El teatro de arte en México está amordazado por esfuerzos individuales, buscando una identidad”, expresó Singer.

En el homenaje se proyectó el video documental La hora del recreo, que no es más que testimonios después de 20 años, de Carlo Corea, y por el cual muchos terminaron nostálgicos al recordar al hombre imaginativo, creador, sensible a las emociones y a la vida del marginado.

“Lo que hay que recuperar es este sentido lúdico de recreo, de los grupos, de las pandillas. Esa energía de redescubrir el mundo. Eso me recuerda a Julio, tenía una pandilla que estaban ideando siempre. Julio tenía una serie de imágenes de la vida misma que le importaba plasmar en la escena. Tenía la habilidad de elegir exactamente el movimiento, la luz, el foco, las fibras internas que había que tener para reunir imágenes”, relató Angelina Peláez, quien participó en la obra Los bajos fondos, original de Maximo Gorki, en 1979.

También se proyectó el video De escenarios, Julio Castillo hecho en 1989 por la UNAM y parte de la investigación del CITRU recopilada en un CD que a principios de 2009 estará a disposición del público para su consulta.

Este documental, presentado por la directora Sonia León, incluye una entrevista con Castillo poco antes de su fallecimiento y diversos materiales relacionados con su obra y vida íntima, entre ellos 600 fotografías, 40 programas de mano y 14 videos, la mayoría procedentes del archivo de Blanca Peña, viuda del director teatral, la cual donó el archivo con documentación suya y de Julio Castillo.

Al mismo tiempo se inauguró la exposición fotográfica Cenizas de la mirada, con imágenes de Rogelio Cuéllar. A la celebración asistieron actores y directores de la talla de Julieta Egurrola, Adriana Roel, Fernando Becerril, Mariana Gajá, Lucero Trejo, Ricardo Blume, Paloma Bullrich, Martha Aura, Carlos Corona y Martín Acosta.

El destacado director de teatro y novelas, Julio Castillo, nació en la ciudad de México en 1944. Egresó de la escuela de arte Teatral del INBA y se inició como actor en 1964 con la obra La buena mujer de Sezuán, de Bertold Brecht bajo la dirección de Héctor Mendoza, quien como su maestro, reiteró en la actualidad el talento de quien fuera su alumno en la década de los 60.

“Julio Castillo apareció en la escena mexicana como un meteoro que se abalanza sin aviso sobre lo conocido para transformarlo todo o en parte, y construir a partir de la poética que él encarnaba y que parecía venir del misterio impensado, para cumplir desde lo inesperado, en el debate violento de una renovación urgente de la que dependía la sobrevivencia del teatro en aquel entonces. Por ello el recuerdo de su fulgor atañe a la vitalidad de nuestro teatro”, retomó el director de teatro, Luis Tavira, quien lleva consigo la preocupación de que el significado de la historia del teatro en México, expuesto en algunos nombres de diferentes recintos, permanezca vivo y retome su importancia y sea parte de la formación de los jóvenes.

Siendo asistente de dirección de Héctor Mendoza, Julio Castillo participó actoralmente en Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina en 1966, y al mismo tiempo fue alumno y amigo de Alejandro Jodorowsky, con quien sorprendió a México con Poesía en Voz Alta y el teatro pánico.

Jodorowsky dirigió a Castillo a lo largo de 1966 y 1967 en el espectáculo Cabaret la vendimia, Fando y Lis de Fernando Arrabal y en Amor de Don Perliplim con Belisa en su jardín de Federico García Lorca.

Con el estreno de Cementerio de Automóviles, Julio Castillo incursionó en la dirección escénica en 1968, para continuar ese mismo año con Algo más que dos sueños de Alberto Cañas. Deslumbrado por la escenificación de la obra Cementerio de Automóviles, Claudio Obregón empezó a indagar quién era ese muchacho de la escuela que apenas conocía.

“Me fui haciendo amigo de Julio, me interesaba esa generación”, comentó el primer actor que ganó el Premio de Honor Emilio Carballido. De esa puesta en escena le impactó el manejo de las imágenes, todas relacionadas con el momento, con el Ché Guevara y la revolución cultural aunque ese montaje se hizo en 1967, un año antes.

Las ideas de Julio siempre llegaban al inconsciente colectivo, donde casi todos los personajes tenían finales trágicos. Sabía jugar con el ojo del espectador y elegía lo que quería hacerte ver y lo que no. Dejaba a un lado la teoría y centraba su mente en la creación de imágenes a través de improvisaciones, pero siempre consciente de lo que quería exactamente en cada uno de sus personajes.

“Julio era una persona sumamente sensible, sabía tratar a cada actor desde su lado humano para desde ahí crear artísticamente un montaje. Yo rescataría de él muchas cosas, como la necesidad de prepararse, de asumir esta profesión como realmente una posibilidad de expresar y comunicar algo. Julio no hacía nada arriba del escenario que no fuese pensado, analizado o gratuito. Todo requería de una exigencia analítica y, al mismo tiempo, sensible a partir de la preparación, formación, estudio, lectura y compromiso con el trabajo y del respeto por la profesión, eso es lo que a Julio Castillo yo le aprendí”, comentó al respecto Roberto Sosa.

Julieta Egurrola comentó que al trabajar en el melodrama breve El árabe (1980) en televisión y teatro, y en De película, en 1985, no contaba con un texto, la historia se iba escribiendo conforme la obra se montaba a partir de improvisaciones.

Julio Castillo siempre solía decir: “Es necesario abolir los textos, los libretos, hacer un teatro libre, un teatro de creación por medio de la labor conjunta de autor, director y actores... y público...”

Por horas los actores improvisaban la idea general que Julio Castillo tenía en su mente, y mientras tanto, su esposa Blanca Peña diseñaba las escenas, eso sí, Julio siempre tenía muy en claro quién era cada personaje.

“No tenía como tal elementos teóricos, nos decía que todo lo traía en el corazón y en la cabeza. Era un hombre con mucha imaginación, muy generoso. El teatro es efímero, es un arte vivo, y lo que habría que tener es memoria, porque sólo aquellos que lo vieron y que estuvieron ahí, sentados en alguna de sus obras, conocieron a Julio Castillo, pero las nuevas generaciones no, por eso hay que tener memoria, para que ellos conozcan su trabajo, lo que hizo y aportó al teatro”, asentó Egurrola.

Entre las obras que dirigió Castillo de 1982 a 1988, se encuentra Armas Blancas de Víctor Hugo Rascón Banda, uno de los principales desnudos teatrales de inicios de los 80´, al respecto Gonzalo Blanco, actual maestro del INBA y la UNAM recuerda:

“Lograr esa escena de desnudo a metro y medio de las rodillas de los espectadores, que además era abierta y obviamente homosexual, costó muchísimo trabajo. Sin embargo, enfrentar el pudor y rebasarlo es liberador; después de aquella escena de la regadera que para mí fue un obstáculo, ya no hay nada a lo que le tenga miedo o que me de vergüenza.”

En 1987, fundó al lado de Héctor Mendoza el Núcleo de Estudios Teatrales, (NET), donde estrenó su último montaje, en el teatro de esa escuela llamado La gabarra, nombre que recibe la embarcación pequeña que ayuda a los grandes barcos en la carga y descarga.

De película reflejó lo que vivieron, sufrieron, gozaron y temieron los mexicanos, testigos de un mundo convulso entre 1945 y 1948, fascinados por el cine estadounidense, las películas nacionales y el bombardeo de los noticieros cinematográficos que hacía Demetrio Bilbatúa.

El escenógrafo e iluminador, Philippe Amand, comenta: “Cuando trabajé en De película como actor, fue una labor muy fuerte porque el texto se fue construyendo a partir de ejercicios de improvisación y la idea era contar una historia a través del cine de su barrio y mostrar cómo pasaba el tiempo mientras tanto; eso me permitió vivir en carne propia los que le pedía a los actores que hicieran.”

En esta película, Julio plasmó lo que significó para su generación ser joven en ese momento; la ruptura, el cambio, el toparse con el muro y la represión. Las reacciones de la gente que acudía al cine del barrio, era lo que el público observaba desde su butaca, como si estuviera ante un espejo que mezclaba la realidad de quienes iban allí por una ilusión que les ayudara a continuar con su vida.

“Cuando más adelante vi en el teatro El Galeón, De película, me acerqué a él, literalmente con lágrimas en los ojos y le dije: `Eres un poeta del teatro´. Él nada más sonreía y me decía: `Muchas gracias´, comentó Claudio Obregón.

De la calle, otra película dedicada a la desolación de los golpeados, de los desposeídos. El director eligió crear un arte que expusiera la marginación para lograr la comprensión entre las clases opuestas, seguro de que la violencia es más evidente en los personajes miserables, y que al eliminar el temor, se pudiera colaborar y compartir con los poseedores del infortunio.

Y es así como en sus tres últimas obras De película, De la Calle y Dulces compañías, hablan de un estrato social que él conocía bien, consideraba que la manera de ser “naco” tenía sus propias virtudes, y él lo registró fielmente sin ánimo peyorativo porque eso también tenía relación con el destino, que como él decía: “te puso pobre y jodido” y él amaba a esos personajes.

Para Julio, aquellos que se habían hundido en la degradación, iniciaban la ruta de la santidad, de la reivindicación humana. Los teporochos, policías, prostitutas, violadores y ladrones, cada uno en su dimensión humana, tenían la certeza plena del ridículo y del dolor, pero también de grandeza.

En cuanto a su incursión como director de telenovelas desde 1970, se encuentran Cosa juzgada producida por Luis de Llano y Jiménez Pons, La señora Joven, La hiena, Cuidado con los niños, Extraño en su pueblo, Carta sin destino esta con producción de Ernesto Alonso y Entre brumas en 1973.

Continuó con El y Manantial del milagro en 1974, Caminemos en 1980, Nosotras las mujeres en 1981, Lista negra en 1986, Muchachita, y la segunda versión de Yesenia en 1987, Encadenados y Lo blanco y lo negro en 1988.

También dirigió algunos programas de las series: Los lunes teatro, Teatro Breve, Teatro Universal, La novela semanal, Canasta de cuentos mexicanos, Una vida en escena, además de diversos teleteatros.

Como cineasta dirigió Apolinar en 1971 escrita por él, Blanca Peña y Luis Torner; sin mencionar las innumerables obras de teatro que dirigió.

En el homenaje a Julio Castillo, todos los ponentes lo recordaron como un hombre bueno, apacible, tierno, sencillo, simpático y dotado de gran sentido del humor, aunque en su mirada y sus gestos persistían la tristeza, el silencio y la soledad.

Singer recordó a Castillo provisto de un amor crítico y nacionalista a México y de un sentido del trabajo colectivo que a su juicio hoy serían idóneos para superar el grave problema de atomización que enfrenta la producción dramática.
“Con él se murió una forma de ver el teatro”, afirmó por su parte Enrique Singer, quien insistió en el rescate de la visión libertaria y subversiva que éste tenía del arte dramático para formular un nuevo proyecto de teatro en el país.

Julio Castillo falleció en 1988 en México, DF, a los 45 años de edad. Al morir, el Teatro del Bosque cambió su nombre por el de Teatro Julio Castillo. Este nombre es uno de los más recordados en el ámbito teatral, al cual recordamos todos con letras de oro en la historia de la escena nacional y en uno de los recintos teatrales más importantes del país que lleva su nombre.

Un hombre que aunque pareciera que llevaba una vida pobre y llena de carencias, siempre tenía magia y muchos personajes de los cuales hablar.

“El teatro contemporáneo debe ser como un periódico abierto que exponga a los espectadores collages de los problemas que agobian en nuestro tiempo a la humanidad. El teatro no puede sustraerse al compromiso de sugerir al espectador la crisis de hoy, los cambios en las ideologías, las diferencias entre las generaciones,” llegó a decir Julio Castillo.

“El poeta del teatro” merece ser recordado generaciones tras generaciones, sobre todo para entender, tanto actores, directores, como el mismo público, el verdadero concepto del teatro. Pues como bien lo dijo el actor Humberto Zurita: “Julio Castillo no hacía teatro, era el teatro mismo.”

jueves, 25 de septiembre de 2008

José Rubén Romero (1890-1952)


Fue un narrador mexicano, considerado como uno de los más renombrados escritores, poetas de ficción y diplomático del país. Nació en Cotija de la Paz, Michoacán, México en 1890. Se unió al maderismo y al triunfo del movimiento antireeleccionista es nombrado receptor de rentas de Santa Clara del Cobre; con la usurpación de Victoriano Huerta, los maderistas son perseguidos, por lo que huye a la ciudad de México, donde sufrió la soledad, el hambre y la miseria. Al regresar a Michoacán fue descubierto y aprehendido. Una escolta de soldados lo llevó al paredón y a punto de ser fusilado, su padre llegó con el indulto en la mano. Fue un hombre polifacético, pues además fue literato, académico y consejero de la Presidencia de la República; y antes fue burócrata subalterno, comerciante, funcionario público auxiliar, periodista, cónsul y embajador de México en el extranjero, y rector interino de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Sus obras más populares son: La vida inútil de Pito Pérez y Apuntes de un lugareño. A lo largo de su vida escribió las siguientes novelas: Apuntes de un lugareño (1932), Desbandada (1934), El pueblo inocente (1934), Mi caballo, mi perro y mi rifle (1936), La vida inútil de Pito Pérez (1938) y Rosenda (1946). También escribió las siguientes poesías: Fantasías (1908), La musa loca (1917) y Tacámbaro (1922). Y los siguientes relatos: Anticipación a la muerte (1939) y Rostros (1942).

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Stress en la mañana

Se trata de un personaje que tiene una serie de problemas con la luz del baño.

Plutarco Elías Calles (1877-1945)


Fue un militar y político mexicano. Nació en Guaymas, Sonora, el 25 de septiembre de 1877. Estudió en Hermosillo. En 1911 fue nombrado comisario de Agua Prieta. En 1912 se sumó a las fuerzas del gobierno federal encabezado por Francisco I. Madero para enfrentar la rebelión de Pascual Orozco. En 1913, a la caída del gobierno de Madero, se unió al constitucionalismo encabezado por Venustiano Carranza y estuvo bajo las órdenes de Álvaro Obregón. Al finalizar luchó contra Victoriano Huerta y enfrentó con éxito los ataques de Francisco Villa a Sonora, desde Agua Prieta. En 1915 fue nombrado gobernador interino de Sonora y después secretario de Fomento y Trabajo en el gabinete del presidente Venustiano Carranza. En 1920 se unió a la campaña electoral de Álvaro Obregón. Al triunfar el Plan de Agua Prieta, ocupó la secretaría de Guerra en el gobierno de Adolfo de la Huerta y, posteriormente la de secretario de Gobernación en el gobierno de Obregón. En 1924 fue elegido presidente de la República. Durante su gobierno se creó el Banco de México, se construyeron carreteras, presas, sistemas de riego y escuelas. También se inició la llamada Guerra Cristera, debido a que su administración inició una serie de medidas contra la Iglesia Católica: No reconocía personalidad jurídica a las iglesias; se prohibía el culto externo, como las procesiones; no se reconocían derechos políticos a los sacerdotes; se establecían mecanismos para abrir al culto y delimitar el número de sacerdotes y se prohibía oficiar misa a los extranjeros, entre otras cosas. Hizo cumplir dichas medidas por medio de la fuerza, lo que originó el conflicto, pero no terminó hasta 1929. Al final de la gestión de Calles, Álvaro Obregón se volvió a presentar como candidato a la presidencia, siendo elegido en 1928. Unos días después de la elección, fue asesinado en el restaurante “La Bombilla” del barrio de San Ángel, en la Ciudad de México, por José de León Toral. El 4 de marzo de 1929, Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) antecesor del PRI. Este partido nació como una federación de partidos políticos regionales, grupos políticos diversos, generales y caudillos sobrevivientes de la lucha armada. El primer candidato presidencial del PNR fue Pascual Ortiz Rubio, quien resultó electo presidente en 1929. Desde entonces hasta su expulsión del país en 1936, Plutarco Elías Calles jugó un papel clave en el manejo de la política en México. Entonces se le conoció como el Jefe Máximo de la Revolución y esta época se le conoció como el Maximato (1928-1934). En 1932, Pascual Ortiz Rubio renunció a la presidencia por no soportar la injerencia de Calles en su administración y en su lugar fue nombrado presidente interino el general Abelardo L. Rodríguez, quien se ocupó de los asuntos administrativos y Calles de la política. En esta época, se modificó el artículo tercero de la Constitución Mexicana para la enseñanza de la educación socialista. En 1934, se lanzó como candidato a la presidencia al general Lázaro Cárdenas, con el llamado Plan Sexenal. Fue elegido y Calles le impuso gente de su confianza en el gabinete. El 10 de abril de 1936, Cárdenas expulsó del país a Calles y pidió la renuncia de todos los callistas en su gobierno. Plutarco Elías Calles fijó su residencia en San Diego, California y no regresó a México hasta que el presidente Manuel Ávila Camacho le permitió residir de nuevo ene l país. Finalmente murió el 19 de octubre de 1945 en la Ciudad de México.


martes, 23 de septiembre de 2008

Juan Villoro (1956)


Es un escritor y periodista mexicano. Estudió la licenciatura en sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Iztapalapa. También fue parte del taller de cuento impartido por el escritor guatemalteco Augusto Monterroso. Aficionado al rock condujo el programa radiofónico El lado oscuro de la luna en Radio Educación entre 1977 y 1981 cuando fue nombrado agregado cultural en la Embajada de México en Berlín, entonces en la República Democrática Alemana. Desde entonces fue un miembro activo en la vida periodística mexicana, muy a menudo escribiendo sobre temas como deportes, rock y cine, además de literatura. Como periodista ha escrito en numerosas revistas y periódicos como Vuelta, Nexos, Proceso, Cambio, Unomásuno y La Jornada; en este último dirigió el suplemento La Jornada Semanal entre 1995 y 1998. En esta faceta ha sido cronista de varios Mundiales: Italia 90 para El Nacional, Francia 98 para La Jornada y, recientemente, Alemania 2006. También ha sido profesor de literatura en la Universidad Autónoma de México y profesor invitado en la Universidad de Yale, la de Boston y la Universidad Pompeu Fabra. Durante años escribió cuentos, artículos y crónicas hasta que en 1991 se publicó su primera novela El disparo de argón. Sin embargo su mayor éxito de público fue como escritor para niños, hasta que en 2004 apareció El testigo con el que obtuvo el premio Herralde de novela, otorgado por la editorial Anagrama. Su primera participación como guionista de cine fue en Vivir mata de Nicolás Echeverría. Actualmente publica todos los viernes una columna en el periódico Reforma. En marzo de 2008 Juan Villoro recibió el premio Antonin Artaud en la Embajada de Francia.


Exposición Destellos de Alberto Castro Leñero


El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal y el Museo José Luis Cuevas presentan la muestra Destellos de Alberto Castro Leñero, que será inaugurada el día 25 de septiembre y podrá ser visitada hasta el 9 de noviembre, de 10:00 a 18:00 horas de martes a domingo.

La exposición cuenta con 13 trabajos, entre pintura y escultura y 17 obras gráficas que datan del 2000 al 2008. La mayoría de gran formato. Destellos es una obra con una complejidad, fiereza y lucidez que se enfoca sobretodo en el manejo del vacío, del espacio y del tiempo a partir de figuras abstractas y figurativas que juegan con el volumen del cuerpo humano y vegetales, pero sobre todo basadas en formas orgánicas como ramas y huesos.

Son estados emocionales que, al ser plasmadas, la misma forma da la idea de movimiento. “La exposición para mi es como una especie de chispas y luces que son intermitentes, es una imagen que ya tengo como política, por eso el nombre de la exposición Destellos, como si fuera el cerebro, las conversaciones de las neuronas,” comenta Castro leñero.

La muestra podrá ser visitada en las salas Marta Traba, José Gómez Sicre y Fernando Gamboa, en el segundo piso del museo José Luis Cuevas. Alberto Castro Leñero actualmente forma parte del Sistema Nacional de Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Entre las exposiciones individuales más relevantes de este artista destacan: Vuelta prohibida, Museo de Arte Moderno, 1982, Figuras en el Museo del Palacio de Bellas Artes, 1987 y Corpus, en el mismo recinto en 1999.

En sus primeras obras, los motivos se centraron en torno a la figura, principalmente femenina, la cual adquirió posturas inusuales, posteriormente incursionó en la escultura y su estilo se volvió más ecléctico tomando indistintamente elementos de diferentes corrientes, proponiendo una obra ambigua y compleja.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Sergio Galindo (1926-1993)


Nació en la ciudad de Hermosillo, Sonora, el 31 de mayo de l951. A finales de los sesenta se trasladó a la Ciudad de México para ingresar a la Facultad de Filosofía de la UNAM donde permaneció de l969 a l972. Vivió muy de cerca el fenómeno teatral, en ocasiones como asistente y siempre como alumno de los Maestros Julio Castillo y José Ramón Enríquez. Durante 1972 incursionó como actor en “La Temporada de Teatro Mexicano”, bajo la dirección de Wilebaldo López, con la obra La locura de los ángeles, de Luis G. Basurto. Fue codirector de las obras cortas de 1972, El jefe y El problema es otro de Ignacio Solares. Además publicó en diversas revistas y suplementos. Fue asistente de la coordinación editorial de la página cultural “Bogavante” del periódico Información, bajo la dirección de Alonso Vidal. Escribió y dirigió dos obras con tema rural y dio funciones por lo pueblos de la sierra de Sonora. Durante los ochenta, fue director de eventos especiales de la Dirección de Radio y Televisión del Gobierno del Estado, donde realizó el programa de radio Entre sorbo y sorbo. Adaptó y dirigió para televisión, los cuentos de Juan Rulfo, Nos han dado la tierra y Diles que no me maten, este último con difusión Nacional. Escribió y dirigió también los teleteatros Los de Hastabajo (de la huelga de Cananea) y La Tuba de Goyo Tréjo, ambos con difusión Nacional. A finales de los ochenta, fue director de Comunicación Social y Cultura del Municipio de Cajeme, donde se creó la Casa de la Cultura. Escribió y dirigió el monólogo El problema es...yo, y Cananeas, obra invitada a abrir el VII Festival Internacional de la Raza, en la Ciudad de Tijuana, Baja California. Dirigió La noche de los sincalzones, la obra de 1987 más exitosa en Hermosillo, Sonora, de José Antonio González Caballero. De 1992 a 1994 fue Director General de La Casa de la Cultura de Sonora, donde se creó posteriormente la Compañía de Teatro de la misma Institución y con la que dirigió entre otras obras, Rosa de dos aromas y Apolonio y Bocodonio de Emilio Carballido. En agosto de 1995 estrenó en Hermosillo, de su autoría y dirección, Güevos rancheros, una Farsa para cabaret, en la que también interpretó a un personaje y con la que cumplió ha más de 1000 representaciones. En eso mismo año escribió Agua pasa por mi casa y Más encima el cielo. La primera obra la estrenó bajo su dirección en abril de 1999 y ha cumplió más de 120 representaciones. A finales del 99, esta obra representó a Sonora en la “XX Muestra nacional de Teatro”, realizada en la Ciudad de Tijuana, Baja California, donde se calificó como una de las mejores. Posteriormente Sergio Galindo viajó a la Ciudad de México atendiendo una invitación que le hizo la Dirección de Teatro y Danza de la UNAM, por conducto de su Director, el Licenciado Antonio Crestani, para dirigir Papacito pásame la sal de uvas de Ilya Cazés. Sus textos han sido traducidos al francés, inglés, alemán y polaco. Fue miembro de la Lengua de México desde 1975. Además recibió honores en Gran Bretaña, polonia y Yugoslavia. Ganó premios Bellas Artes de Literatura (1984), Xavier Villaurrutia (1986) y José Fuentes Mares (1987).

Angel Zárraga (1886-1946)



Fue un pintor mexicano proveniente de una familia acomodada de la época porfiriana. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria en la ciudad de México y llegó a estar involucrado con los intelectuales y artistas del Ateneo de la Juventud y la Revista Moderna. Posteriormente estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes junto con Diego Rivera y Saturnino Herrán. Después viajó a Europa con la ayuda de su familia, donde expuso con gran éxito en España, Italia y Francia. Luego regresó triunfante a México y en 1907 mostró su trabajo al mundo artístico de la bella época. Viajó nuevamente a Francia donde vivió por 30 años, exhibió en el Salón de Otoño en París e investigó las teorías del cubismo. En 1921, adoptó completamente las ideas de Cézanne y Giotto. Pintó murales en el Castillo de Vert Coeur y en 1927 decoró la Legación Mexicana en París, siguiendo los modelos iconográficos del ministro plenipotenciario mexicano en Francia en ese momento, Alberto J. Pani. También exhibió en Nueva York, pero por la Gran Depresión y el colapso del mercado internacional del arte, Zárraga perdió mecenas y amigos. Padeció una crisis existencial y se refugió en los temas míticos y religiosos, además de pintar murales en la Cité Universitaire de París. Tiempo después viajó a México para escapar de la Segunda Guerra Mundial y creó murales para el Club de banqueros en la ciudad de México y la catedral de Monterrey. Finalmente murió de neumonía en 1946, dejando los murales planeados para la Biblioteca de México inconclusos.


La bailarina desnuda (1907-1909)


La femme et le pantin (1909)

La poétesse (1917)

Paisaje de Bretaña (1926)

domingo, 21 de septiembre de 2008

Hippie




Es un movimiento contracultural de los años 1960, la palabra hippie deriva del inglés hipster que solía usarse para describir a la subcultura previa de los “beatniks” (no confundir con la Generación Beat), que también tuvo como base importante a la ciudad estadounidense de San Francisco (California) y su distrito Haight-Ashbury. Esta nueva subcultura heredó algunos valores contraculturales de la Generación Beat y en determinados casos crearon sus propias comunidades internacionales. Los hippies escuchaban rock psicodélico, abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre. Algunos participaron en activismo radical y en el uso de drogas como la marihuana, el LSD y otros alucinógenos con la intención de alcanzar estados alterados de conciencia. También buscaron formas de experiencia poco usuales, como la meditación y debido a su rechazo al consumismo, solían optar por la simplicidad voluntaria, ya sea por motivaciones hedonistas, espirituales-religiosas, artísticas, políticas o ecologistas. A finales de los años sesenta en E.U. los hippies constituyeron una corriente juvenil masificada, para después quedar como una moda anticuada, pero las siguientes generaciones llamados neo-hippies mantuvieron vivo el movimiento como una subcultura establecida en muchas formas y con nuevas generaciones hasta hoy. Así fue como emergieron fenómenos como la Rainbow Family, la escena psytrance y goa trance o los deadheads y phishheads. Actualmente pequeños grupos de hippies originales y neo-hippies continúan desarrollando en parte este estilo de vida, aunque con algunas modificaciones, bien en la ciudad o en el campo.

Aunque existen algunas diferencias de valores y consignas del movimiento, como los que enfatizan más sobre un estilo de vida bohemio, otros con una tendencia marcada por la espiritualidad alternativa (new age, Chamanismo) u otras comunidades que están envueltas en activismo radical como los Yippies, ecologismo o varias de estas cosas al mismo tiempo, en general se podría mencionar la tendencia de adoptar un modo de vida comunitario, basado en el amor y la paz.

Renegaban del nacionalismo y de la regulación estatal así como de la mercantilización y burocratización de la vida cotidiana, como también del consumismo y del capitalismo. Esto se solía hacer mediante la participación en activismo radical y/o mediante la práctica de la simplicidad voluntaria. Existió cierta tendencia a revalorizar y valorizar modos espirituales no occidentales o no judeo-cristianos. Estar en desacuerdo con los valores tradicionales de la clase media y de la burguesía, así como los de la burocracia. Considerar el paternalismo gubernamental, el militarismo, las empresas multinacionales, y los valores sociales tradicionales como parte de un Sistema que, a sus ojos, guarda poca legitimidad o es esencialmente opresivo.

Por sí mismo el movimiento no tiene un carácter ideológico/político específicamente definido o una organización homogénea o estable, aunque generalmente se tiende a ideas y modo de vida con tendencia claramente inclinada a una perspectiva de socialismo libertario y ecologismo. De todas formas gran parte de los hippies fueron relativamente apolíticos o sino políticamente sincréticos.

Se tendió a revalorizar culturas locales no hegemónicas asociables con modos de vida no industriales o preindustriales debido a su modo de vida más ecosustentable, menos consumista, más comunitario, más descentralizado donde el contacto humano es más constante y posible. Así pues, a fines de los sesenta en E.U. los hippies decidieron investigar y revalorizar los legados y formas culturales de los indígenas norteamericanos.

En la expansión posterior del movimiento se tendió a revalorizar las culturas ancestrales y el indigenismo. En Europa se tendió hacia variantes de reconstruccionismo pagano en el cual se quería entender y actualizar tradiciones religiosas y de cosmovisión previas al dominio del cristianismo asociados con una cultura campesina prefeudal.

Otra perspectiva importante es la del amor libre, que significa no necesitar de la aprobación de otros, del estado o de la iglesia para tener cualquier encuentro físico-sexual o romántico amoroso entre adultos en consenso mutuo. A veces se le asignó al sexo una importancia espiritual y de realización importante dentro la vida personal. Prácticas como la unión libre, la promiscuidad, el poliamor, la homosexualidad, la bisexualidad y las relaciones interraciales son aceptables tanto como el celibato y la monogamia.

Las drogas

Otro aspecto asociado a los hippies es la búsqueda de “Estados alterados de conciencia”, donde se trata de seguir una búsqueda espiritual o inclusive religiosa al adentrarse a la experiencia psicodélica, así como la de lograr un estado de conciencia superior al que las formas y modos sociales contemporáneos tienden.

Esta última posición fue la desarrollada por Aldous Huxley y continuada por iconos como Timothy Leary y Ken Kesey. El uso de sustancias psicodélicas es algo que diversas culturas pre-capitalistas practicaron y practican dentro de una perspectiva del chamanismo. Otras formas de lograr estos estados es por medio de la meditación con practicas como el yoga o practicas mas recientes del new age con perspectivas ecologistas. Aunque el uso de drogas también puede ser recreativo y de interrelación social.

Sin embargo, el debate y las practicas dentro de los hippies con el uso de las drogas es complejo y diverso. Generaciones posteriores de hippies han tendido en algunos casos a profundizar estas criticas hacia algunas drogas o a las situaciones de violencia y adicción ligadas a su consumo.

Estilo de vida

Otro rasgo asociable a los hippies es el gusto por viajar. Así pues es común empacar un equipaje liviano y marcharse hacia algún festival o concierto alternativo, una demostración política o en si cualquier otro lado solo para experimentar cosas nuevas y conocer a gente nueva. En algunos casos la preocupación monetaria era nula o en todo caso menor que la del viajero habitual. De esta forma los hippies viajaban pidiendo aventón, despreocupándose del alojamiento al utilizar tiendas de campaña o bien yendo a casa de algún conocido o a un centro social, etc.

Posteriormente se dio ya en los sesenta la aparición de los crash pads o lugares donde se suele recibir viajeros, en algunos casos gratis o con mínimas contribuciones mas bajas que los hoteles. El valor importante aquí era el de reciprocidad de personas que aprecian la compañía y la novedad de visitantes lejanos, mientras que los viajeros consiguen alojamiento transitorio. Estas formas continuaron siendo practicadas posteriormente por algunos grupos y en algunos casos trascendieron a los hippies. Otra forma conocida era los autos modificados para viajar largas distancias llevando algunas cosas para la vida cotidiana. Esto llegó a ser casi el signo de identidad de los New Age Travellers del Reino Unido en los ochenta para adelante.

Para su vestimenta, ambos sexos tendían a dejarse el cabello largo y algunos hippies caucásicos lo llevaban al estilo afro, imitando a los afroamericanos. Entre las mujeres apareció la tendencia de no llevar brasiere y de no afeitarse axilas o piernas. Mucha gente no asociada a la contracultura consideraba estos largos cabellos una ofensa, o “anti-higiénicos”.

A veces esto se hacia en abierta rebeldía contra las construcciones de género de la sociedad basada en una estricta división de roles y comportamientos para los sexos.

Influencia posterior de estos valores

La filosofía hippie tuvo un importante impacto en la cultura al influenciar en la música, el cine, la literatura y el arte. Así mismo algunos valores hippies como la tolerancia y celebración de la diversidad cultural y étnica han logrado amplia aceptación incluso por la sociedad mayoritaria. También sus valores de libertad sexual (amor libre) y su búsqueda de formas de espiritualidad alternativa han logrado expansión y aceptación.

Por otro lado los hippies anticiparon el movimiento New Age o Nueva Era, así como múltiples movimientos reconstruccionistas y conservacionistas de culturas locales amenazadas por la globalización homogénea de la sociedad occidental, y en alguna forma, también, al movimiento ecologista. La idea que manejaron en torno a la sociedad era la de la construcción de una Sociedad alternativa, idea que tuvo importante influencia en subculturas y movimientos políticos de socialismo libertario y ecosocialismo posterior.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El arte de Desiree

Animación artística y poética.

Raúl Prieto, “Nikito Nipongo” (1918-2003)



Fue lexicógrafo, escritor, caricaturista y columnista mexicano. La obra de Raúl Prieto, “Nikito Nipongo” abarca cuento, novela, crónica, ensayo y reportaje, donde se burló de la ampulosidad, la demagogia y la venalidad y criticó con inteligencia y valentía a los funcionarios públicos. Comúnmente escogía lo mal dicho dentro de los discursos y despiadadamente señalaba los errores, las contradicciones, las falsedades o simples burradas. Fuese diputado o senador, Nikito los guillotinaba entre sonoras carcajadas. Todos le temían porque arrasaba con todos. Los abusos de poder, las chicanas, las transas lo sacaban de quicio y las denunciaba un día sí y otro también. Sus dieciocho libros abarcan cuentos y novelas como Hueso y carne publicado en 1956 y La Virgen murió en Chichicateopan (1988) hasta ensayos como Pemex muere (1981), sobre la situación del petróleo en México, sus deudas, empréstitos y corrupción. Pero su pasión fue la academia de la lengua a la que llamó Madre Academia y a la que puso como lazo de cochino. En ella analiza satíricamente varias ediciones de las más de 500 páginas del Diccionario de la lengua española, recopilando errores, barbarismos y omisiones para señalar el carácter tendencioso, elitista, "clerical" y arcaico de sus definiciones. Publicó en 1986Museo nacional de horrores, ilustrado por Alejo Vázquez Lira, se compone de crónicas de los dos terremotos de la ciudad de México en 1985. Nikito analizó las consecuencias de la tragedia y descubrió a los responsables. En su libro Si ya estás muerto, qué te importa, lanzado en 2003, poco antes de su muerte, Nikito se burla de las funerarias, de los cadáveres, de los familiares que chillan a moco tendido, de la farsa que es exaltar a quienes no tienen méritos, de los intelectuales cercanos al poder, de los periodistas ineptos y de muchas cosas más. Su crítica siempre resultó descarnada. Al igual que Julio Scherer García, Raúl Prieto se resistía a los homenajes y lo que más le atemorizaba era que algún político o funcionario le pusiera su nombre a alguna calle. El periodista Antonio Cantú, de la revista Ahí, hizo una analogía de Nikito con Heine, ambos dueños de un humor negro. Como la salud de Prieto decaía lentamente, Cantú comentó lo que dijo Nikito: "La ventaja es que aquí me queda muy cerca el panteón Francés. Me puedo ir caminando, y ahí me echaré de cabeza en cualquier agujero".



Las Mentirosas escenifican Las Aventuras de Hun e Ix (Los gemelos divinos)


Se presenta del 20 de septiembre al 7 de diciembre Las Aventuras de Hun e Ix (Los gemelos divinos), con funciones los sábados y domingos a las 12:30 horas.

Un montaje de Giovanna Cavasola y Marilú Carrasco, quienes forman el grupo Las Mentirosas, dos de las actrices, narradoras orales y titiriteras más importantes de la actualidad en México. Para la obra se tomó un fragmento del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas quiché, para contar la historia de los gemelos Hun Ahpú e Ix Balanqué, descendientes de los dioses mayas, quienes con la fortaleza de su corazón se enfrentan a las fuerzas de la soberbia y la oscuridad.

Según el libro sagrado de los mayas, Hun Ahpú, el cazador universal, y su hermana Ix Balanqué llegan a liberar a los habitantes de los reinos de la soberbia y del miedo, enfrentándose en el camino con una serie de obstáculos que sus enemigos les imponen con el fin de eliminarlos. Pero los gemelos no están solos, cuentan con la ayuda de los animales y las plantas para superar las trampas de los poderosos. Una vez cumplida su tarea, suben al cielo y se convierten en el sol y la luna.

Marilú Carrasco y Giovanna Cavasola comenzaron sus carreras a finales de los años ochenta. Además de producir, dirigir y actuar sus propios espectáculos, participando en proyectos con otros artistas del cine, el teatro e inclusive de la televisión. También imparten talleres de fomento a la lectura, de teatro, de títeres y de narración oral.

Sus espectáculos se han presentado en diversos festivales nacionales e internacionales. En 2006 el gobierno de Zacatecas les otorgó un reconocimiento por sus 15 años de trayectoria como narradoras orales y en 2007 se presentaron, con una versión narrada de Las aventuras de Hun e Ix (Los gemelos divinos), en la Casa de América y en el Teatro El Montacargas de Madrid, España.

“El objetivo de esta propuesta es acercar al público infantil a la mitología maya, que nos habla de nuestros sentimientos y emociones más profundos, y nos da a conocer la antigua sabiduría de los pueblos originarios, que se basa en la búsqueda de armonía con las fuerzas naturales y del cosmos”, dicen Las Mentirosas.

Asegura por su parte Marilú Carrasco que este montaje “es la continuidad de la línea de trabajo que hemos desarrollado en nuestros grupo Las Mentirosas, que consiste en la integración de diversas disciplinas, como la narración oral, el teatro de títeres y la animación de objetos, en numerosos espectáculos dirigidos al público infantil y también a los adultos”.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Rodrigo González (1950-1985)

Fue un músico mexicano conocido con el sobrenombre de “Rockdrigo”. Nació el 25 de diciembre de 1950 en Tamaulipas y radicó en la ciudad de México durante los últimos años de su vida. Es considerado el principal exponente del Movimiento Rupestre, un núcleo de artistas importante para la historia del rock mexicano. Recientemente su hija Amanda Lalena inició actividad musical bajo el pseudónimo de Amandititita. Rodrigo González estudió en los colegios Federico Froebel y Félix de Jesús Rougier. Se nutrió desde su infancia y adolescencia de la tradición musical de la huasteca tamaulipeca y del rock en lengua inglesa, por la cercanía con la frontera estadounidense. Luego de escuchar a Bob Dylan aprendió a tocar la armónica y a reafirmar los conocimientos que obtuvo de guitarra con clases privadas. Sus constantes viajes tanto a los Estados Unidos como al Distrito Federal nutrieron sus preferencias artísticas e influencias. No está demás mencionar que tenía un gran conocimiento de literatura universal, además de una gran afición por ciertas manifestaciones de la cultura popular mexicana. Hacia 1977 viajó a la ciudad de México a tocar en bares y cafés, donde se avecindó hasta su muerte. En un principio sobrevivió cantando canciones suyas o de otros en las calles de la ciudad con el único propósito de “ver qué pasaba, a nivel vivencial, siendo músico callejero”. Poco a poco se fue ganando el aprecio de la gente y comenzó a desarrollar una obra propia a partir de las experiencias de la calle. Con el tiempo logró trabajar al lado de Javier Bátiz en un bar de la glorieta de Insurgentes llamado Wendy’s Pub, alternando con muchos grupos, entre ellos el legendario Grupo Dama. Al principio muchos músicos reprobaban “la clara imitación” de la imagen y sonido de Bob Dylan que hacía Rockdrigo, pero con el tiempo la figura del músico tamaulipeco ha permanecido en el recuerdo colectivo de los músicos de la escena subterránea en México por sus propios méritos. La última presentación que realizó fue horas antes del terrible terremoto del 85 en la capital mexicana. Su departamento estaba ubicado en un edificio de la calle de Bruselas, hoy el Café de los Psicólogos. Tras su muerte, Rodrigo se volvió una figura emblemática para la escena musical underground en México, debido a la originalidad de su obra.

La más popular de sus canciones es No tengo tiempo de (cambiar mi vida), una canción que se escucha en muchas partes de México, en la versión hecha por banda Heavy Nopal.

Ermilo Abreu Gómez (1894-1971)


Fue narrador, dramaturgo, cuentista y novelista nacido en la ciudad de Mérida el 18 de septiembre de 1894. Se tituló en la Escuela Normal Superior de México como Maestro en Letras y después se convirtió en catedrático de la misma Normal. Por los años de 1947 a 1960 vivió en los Estados Unidos, en Washington, periodo en que ejerció un cargo en la División de Filosofía y Letras de la Unión Panamericana. En ese mismo país fue catedrático dentro de la Universidad de Illinois y en el Colegio Middlebury, Vermont. También fue maestro de la Universidad Nacional Autónoma de México en Estados Unidos. A partir de 1962 fue miembro de la Academia de la Lengua. Y en su faceta como escritor, publicó sus primeros cuentos en Yucatán, en una revista para la que colaboraba llamada La Revista de Mérida. Ya en la ciudad de México tuvo otras colaboraciones para revistas como Contemporáneos y El Hijo Pródigo. Con su obra dramática aborda al teatro sintético, donde escribe piezas de un sólo acto con temas de tipo costumbrista. Entre sus obras contamos con La Montaña, que se estrenó en 1918 en la ciudad de Mérida y de 1925 El cacique en la capital de la república. También escribió una leyenda maya llamada La Xtabay con la cual participó en el teatro del murciélago, e incursionó en el teatro infantil dentro de la farsa, sin mencionar que una buena cantidad de sus obras que fueron editadas no fueron llevadas a escena. En sus novelas y en sus cuentos nos regaló sus conocimientos y sus impresiones respecto al arraigue cultural que hay en nuestro país en el cual las tradiciones y las leyendas de los indígenas abundan tanto, como ejemplo tenemos: Quetzalcóatl, sueño y vigilia, de 1947, Naufragio de indios, novela de 1951 y Cuentos para contar al fuego de 1959. Además escribió críticas, ensayos y una serie de libros respecto a la Décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, que lo convirtieron en un especialista en el tema, uno de estos libros es Sor Juana Inés de la Cruz, bibliografía y biblioteca de 1934. Motivado por su desempeño como catedrático en varios colegios y universidades, escribió algunos libros relacionados con la enseñanza de la literatura y la lengua. Militante del Partido Comunista, no dejó de plasmar en su obra su ideología partidista; un ejemplo vivo de esta situación se observa en Canek, escrito en 1940 y considerado como la obra más distinguida del autor. Canek es una crítica social basada en un hecho real, donde proyecta su sensibilidad hacia el pueblo maya por el cual sintió el autor tanto apego. Finalmente murió en la ciudad de México en el año de 1971.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

José Tomás de Cuéllar (1830-1894)


Fue un pintor, fotógrafo, dramaturgo, periodista y narrador que nació en la ciudad de México, el 18 de septiembre de 1830. Estudió Humanidades y Filosofía en el Colegio de San Gregorio y luego en el de San Ildefonso. En 1847 se inscribió en el Colegio Militar como cadete, donde participó en la defensa del Castillo de Chapultepec en contra de los invasores norteamericanos y luego fue diplomático mexicano en Estados Unidos. Tiempo después estudió pintura en la Academia de San Carlos donde aprendió fotografía. Fue continuador de la novela de tipo romántico al estilo de Manuel Payno, además de escribir novela costumbristas y cuadros de costumbres que reflejaban la sociedad y el ambiente del país en los tiempos de Benito Juárez y en el proceder de la segunda mitad del siglo XIX. En 1869, fundó y dirigió el semanario La Ilustración Potosina, colaboró con los periódicos El siglo XIX, La Ilustración Mexicana y El federalista. Entre sus obras destacan El pecado del siglo (1869), algunas de las novelas reunidas en la La linterna mágica (1889-1892, 24 tomos): Ensalada de pollos, Historia de Chucho el ninfo, Las gentes que “son así”, Las jamonas, Baile y cochino, Los mariditos, Los fuereños y la obra de teatro Deberes y sacrificios (1855).


Alejandro Casona



Fue un dramaturgo y poeta español que perteneció a la Generación del 27. Nació en Cangas del Narcea Asturias el 23 de marzo de 1903. Sus primeros cinco años de vida los pasó en el pueblo asturiano de Besullo, donde sus padres eran maestros, y posteriormente se trasladó con su familia a Villaviciosa. Tuvo la posibilidad de estudiar el Bachillerato en Guijón, y más tarde Filosofía y Letras en las universidades de Oviedo y Murcia. En 1922 entró en la Escuela Superior de Magisterio de Madrid donde se graduó. Realizó sus prácticas en 1927, y un año después fue destinado como maestro al pueblo de Les (Lérida), en el valle de Arán, como inspector de enseñanza primaria. En ese mismo lugar, fundó con los chicos de la escuela el teatro infantil El Pájaro Pinto, realizado con un repertorio primitivo e inspirado en la commedia dell’arte. En ese mismo año, se casó en San Sebastián con Rosalía Martín Bravo, una compañera de estudios de Madrid. Luego comenzó a escribir teatro, primero con una adaptación de Oscar Wilde, El crimen de Lord Arturo, estrenada en Zaragoza en 1929, y mas tarde con traducciones de piezas breves de August Strindberg. Después de su estancia como inspector en Austrias y en León, en 1931, opositó con éxito por una plaza en la Inspección Provincial de Madrid, donde fijó su residencia hasta el comienzo de la Guerra Civil. Y una vez proclamada la II República, el recién creado Patronato de Misiones Pedagógicas le asignó el cargo de director del Teatro del Pueblo en 1933. La recompensa a sus esfuerzos llegó al año siguiente con el premio Lope de Vega por su comedia La sirena varada, que se estrenó en el Teatro Español con un éxito clamoroso. También ganó el Premio Nacional de Literatura en 1934 por su libro de prosas infantiles Flor de leyendas. Además, cultivó la lírica dentro del Posmodernismo con El peregrino de la barba florida (1926) y La flauta del sapo (1930). Debido a la Guerra Civil Española se tuvo que exiliar en Argentina en 1937. Allí dio a conocer éxitos resonantes como el de Los árboles mueres de pie (1949), la cual se representó durante tres temporadas consecutivas en un mismo escenario porteño y en otro parisino. Permaneció en Argentina hasta 1963, año en que se le permitió volver a Madrid. Una vez de regreso sus obras argentinas se reestrenaron con gran éxito popular, a pesar de la dura enemistad que tenía con los dramaturgos y críticos literarios del realismo social: José Monleón, Ricardo Domenech y Jesús Fernández Santos, que acusaban a su teatro de escapista. La única obra que escribió el autor ya establecido en España es El caballero de las espuelas de oro, un drama histórico sobre Francisco de Quevedo, estrenado en el teatro Bellas Artes de Madrid la noche del 1 de octubre de 1964, por la compañía de José Tamayo, con ilustraciones musicales de Cristóbal Halffter. Finalmente murió en Madrid, a los 62 años de edad en 1965.