viernes, 11 de septiembre de 2009

Mi concepto de realidad


A mí en lo personal me encanta hacer preguntas por todo, creo que más que buscar LA RESPUESTA, y lo digo con mayúsculas porque me refiero a la respuesta del universo, lo que hay que hacer es buscar LA PREGUNTA exacta que nos lleve a esa respuesta en concreto. Por eso es importante ejercitar el dominio de preguntar correctamente.

No creo que existan preguntas tontas, creo que hay preguntas mal formuladas o mal informadas. Así como tampoco existen temas estúpidos o superficiales, sino personas poco profundas que no saben tratar un tema, pero eso sólo es cuestión de tiempo: el abrir la mente y estudiar mucho ayuda bastante.

De hecho debo confesar que si me siento bastante ingenua y un tanto infantil por estar haciendo preguntas, a veces hasta algo tontas, pero también eso es parte de mi personalidad y me agrada. Es interesante descubrir cada día no sólo parte del mundo, sino una parte de ti, que queramos o no, también es un mundo.

Para mí la realidad es el resultado final de pequeñas realidades, que al coincidir dos o tres puntos se fusionan y se conforma una sola con tres variantes, y así si lo multiplicamos por todos los que habitamos el planeta Tierra.

Es decir, la realidad y el mundo tal y como lo concebimos forma sentido sólo y únicamente dentro de nuestra cabeza. Captamos todo lo que nos rodea por medio de los sentidos que emiten el mensaje a nuestro cerebro y concebimos un TODO a partir de ello, fuera de eso, no sabes nada más.

Los seres humanos nos creemos muy inteligentes y la mejor especie que ha existido sobre la faz de la Tierra, pero tal vez nuestro límite de entendimiento sea muy reducido y sólo captemos una tercera parte de lo que hay fuera de nuestro alcance, pero como no lo conocemos, pues no existe.

La única forma que yo conozco de ampliar este límite de entendimiento es abriendo tu mente a nuevas posibilidades, preparándote y estudiando mucho; pero sobretodo, es importante no dar por entendido nada, porque siempre hay más, mucho más. Suena fácil pero no lo es.

Pero ¿qué pasa cuando una persona tiene una idea que no comparte con nadie más? Hay que aclarar que aunque el mundo esté conformado por un número infinito de posibilidades y que como dice el dicho: “Cada cabeza es un mundo”, también es cierto que existen ciertos puntos de coincidencia, si no fuera así, no habría ni siquiera comunidades o grupos. El problema viene cuando una persona no encuentra su coincidencia. Cuando se da este caso puede hacer dos cosas: Lanzar su idea al aire para ver si alguien la capta y poder así interactuar con esa persona, o buscar y estudiar para ver si en el pasado alguien ya había pensado en esa piedrita que te está lastimando.

No importa cuál de las dos formas se elija, lo importante es buscar coincidencias, porque como dije, la realidad es un conjunto de realidades, y si no llegas a convencer a nadie entonces tu idea desaparecerá, porque de nada sirve en la cabeza de un sólo individuo. Si un señor insiste en que en el marco de su ventana aparece a las tres un unicornio azul, y nadie le cree, entonces no existe, probablemente lo tachen de loco y el hombre en cuestión termine convenciéndose a sí mismo de que en realidad nunca vio nada.

Cuando una persona se guarda sus secretos o se queda con sus ideas para él solo; cuando una persona es terca y no le interesa esforzarse por comprender la forma de vida de alguien más; cuando una persona siente que no tiene que compartir, cuando eso pasa, a mí en lo personal me da mucho coraje. Porque no contribuyen a la formación del Universo, no se dan cuenta que cada uno de nosotros somos un grano que conforma toda una isla, y esta a su vez un país y a su vez un planeta.

Estoy convencida de que todos tenemos algo que decir, aportar o comunicar; pero definitivamente no todos sabemos cómo. Y en este sentido no hay mucho que discutir, pues existen millones de formas con las cuáles contamos para poner nuestro grano de arena. Algunos lo harán por medio del arte, otros por medio de su trabajo, otros al educar a sus hijos, otros dando oportunidades a quienes lo necesitan, en fin, no sólo se trata de usar la vía de la comunicación oral o escrita. Lo que sí, es que aquello que uno decida ejercer para contribuir a la creación del Universo, debe hacerse con responsabilidad y profesionalismo.

A veces nos esforzamos demasiado en dar a conocer nuestro mensaje y al no hallar respuesta o quién te entienda puede llegar a frustrarnos un poco; pero bueno, tú lanzas la moneda al aire, quien lo capte o si se cae ya no es responsabilidad de uno. Tampoco es factible estar preocupándose todo el tiempo y acabándose por que sientes que nadie te comprende. Como dije, en algún lugar debe haber otro punto de coincidencia. De todas formas, uno lanza sus moneditas discretamente y vas dejando un caminito, alguien en algún punto del tiempo tomará una monedita y le servirá para construir otro camino, de esta forma también colaboras con el crecimiento de la humanidad.

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