jueves, 31 de julio de 2008

José Solé dirige Empeños de una casa de Sor Juana Inés de la Cruz


Se escenificará Los empeños de una casa en el Teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, del 1º al 31 de agosto, bajo la dirección del maestro José Solé. Es una producción de la Coordinación Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).

Las funciones se llevarán los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas.. Esta obra se estrenará en México luego de haber obtenido un sinfín de aplausos en el pasado Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, España, pese a la adversidad de no haber contado con vestuario y utilería.

Cuenta con las actuaciones de Antonio Rojas, Martha Fernanda del Solar, Renée Varsi, Erwin Veytia, Marco Zetina, Gerson Martínez, Carlos Orozco, Aleyda Gallardo, Óscar Ulises Cancino, Marco Vinicio Estrello, Francisco Silva, Abril Mayet y Diana Luna.

La puesta en escena que ha ideado José Solé es puramente mexicana, pues aún cuando las acciones de la obra se desarrollan en Toledo, España, en la obra se han introducido elementos propios de la cotidianidad novohispana en México, y no tanto de la Metrópoli de España.

Para ello se contó con la participación de Arturo Nava en la escenografía e iluminación, Josefina Echeverría en el vestuario, Aurelio Tello en la música, Alan Stark en las danzas históricas y Guillermina Solé en la asesoría histórica, entre otros creativos.

Sor Juana Inés de la Cruz fue una monja novohispana sobresaliente que creó textos en verso y en prosa para dar bienvenidas, parabienes y aplausos a virreyes, arzobispos, nobles y demás personajes de su tiempo y espacio. Uno de esos textos es precisamente Los empeños de una casa, elaborado como parte de los agasajos que recibieron el virrey Tomás Antonio de la Cerda, conde de Paredes y marqués de La Laguna, y su esposa María Luisa Manrique de Lara y Gonzaga.

Para crear una recepción más positiva a su obra, Sor Juana Inés de la Cruz, reelaboró el título de una comedia de Calderón de la Barca, Los empeños de un acaso de 1639, quizá porque la obra de este español “se había hecho de muy buena reputación como espectáculo palaciego”, según cuenta la investigadora Susana Hernández Araico.

La obra cuenta las proezas y desventuras amorosas de la inteligente y gallarda doña Leonor, un personaje que ha sido motivo de numerosos estudios, pues es una pieza clave en la historia para poder entender el universo barroco de la autora.

A la obra se le incorporó “elementos característicos de nuestra tierra” en el siglo XVII, como los biombos japoneses ( que llegaron en el Galeón de Manila primero a México que a España), la costumbres de los antiguos mexicanos de beber chocolate, el uso del huipil indígena por criollas aristócratas, y música americana de los siglos XVI y XVII como la chacona, un género del Nuevo Mundo que incidió posteriormente en las danzas y música europeas.

José Solé ha tratado de recrear las ropas indígenas que se utilizaban en mitotes y diversas festividades indias, así como la peculiar indumentaria que utilizaban las negras y mulatas del virreinato.

Pero más allá de todo, Los empeños de una casa es una obra única de su tiempo y ejemplo claro de lo que es el “festejo teatral” novohispano, el cual se caracteriza por estar compuesto por varias partes: loas, canciones, sainetes y saraos, además de la misma comedia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario